Édouard-Alfred Martel, considerado como el iniciador y divulgador de la exploración y el estudio de las cavernas, tenía un gran interés en que estas investigaciones fuesen reconocidas como una nueva ciencia. Ya en su primera monografía, Les Cévennes (1890), le aplicó la definición de grutología. Posteriormente, el 1892, M.L. de Nussac propuso la definición d’espeleología, pero Martel la refuso porque consideró que su etimología incluía las cavidades artificiales. El prehistoriador y paleontólogo francés Émile Rivière de Précourt propuso, el año 1890, el término espeleología. Martel acabó adoptándolo y lo incluyó en su libro Les Abîmes. (1894)
